El desarrollo de la energía eólica marina en España ha comenzado con retraso. Por un motivo fundamental, según los expertos, y es que el estudio estratégico ambiental del mapa eólico marino de España, que señala las mejores zonas para instalar estos parques, se presentó el pasado 16 de abril, con más de un año de retraso sobre la fecha prevista.
Con este condicionante, parece que lo que ha ocurrido con la energía eólica, en la que tanto España como las empresas españolas ostentan una posición de liderazgo internacional (con 16.740 megavatios de potencia instalada en 2008), va a ser difícil que se reproduzca con la energía eólica marina (offshore).
OTRO MERCADO
«Cuando nos referimos a la energía eólica marina, realmente estamos hablando de otro mercado distinto a la eólica terrestre», aclara Alberto Ceña, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Los expertos del sector señalan dos grandes tipos de parque offshore: los situados en profundidades de entre treinta y cuarenta metros, y los que están en fondos marinos más profundos, en alta mar, que requieren de mayor complejidad en su instalación. Este último caso es el que caracteriza a la costa española.
Félix Avia, experto en energía eólica marina del Centro Nacional de Energía Eólica (Cener), apunta: «A diez kilómetros de la costa española, ya nos encontramos con profundidades de sesenta metros. En estas circunstancias, sólo existe un molino puesto en marcha en el mar de Noruega, hace apenas unas semanas».
Esta desventaja que tiene la costa española para la instalación de estos parques de energía renovable se puede convertir en una ventaja empresarial. Esto es lo que cree Ceña, que señala el nicho de negocio para las compañías españolas que están invirtiendo «en estructuras de cimentación a grandes profundidades, que hagan posible ubicar aerogeneradores en alta mar».
El Grupo MTorres es una de las compañías españolas que está investigando en el desarrollo de parques eólicos marinos a grandes profundidades, a través de un sistema de máquinas flotantes. En esta misma dirección, la división de infraestructuras de Acciona está desarrollando proyectos de investigación para cimentar los molinos de viento en fondos marinos de más de cincuenta metros de profundidad.
Además, Acciona Energía, con otras cincuenta compañías más, forman el proyecto Eolia, que está acogido al programa Cenit, del Ministerio de Ciencia e Innovación (que financia grandes proyectos de investigación industrial de carácter estratégico). El proyecto Eolia estudia la implantación de aerogeneradores en aguas profundas. Para este objetivo, cuenta con un presupuesto de 33,7 millones de euros y cuatro años de plazo. Pero, según apuntan los expertos, todavía existe un gran recorrido para que los parques eólicos en alta mar tengan resueltos todos sus problemas tecnológicos.
Con estos condicionantes, tanto expertos, como responsables del Ministerio de Industria, coinciden en señalar el año 2014 como la fecha más probable para que el primer parque eólico marino sea una realidad en el sistema energético español.
LOS PRIMEROS
Para acercar este horizonte, Iberdrola Renovables ha solicitado la reserva de zonas para la realización de estudios previos a la petición de autorización de seis nuevos proyectos de energía eólica offshore en las costas españolas, que se ubicarán en Cádiz, Castellón y Huelva, y que alcanzarían una potencia de 3.000 Mw.
Además, a través de su filial en Reino Unido, Scottish Power Renewables, Iberdrola tiene proyectado dos parques eólicos offshore en este país (West of Duddon Sands, con una potencia de 500 megavatios (Mw) y Shell Flats, con 35 Mw, y acaba de firmar un acuerdo con la empresa sueca Vattenfall para realizar ofertas conjuntas de desarrollo de parques eólicos marinos en Reino Unido.
Javier Morrás, director de Promoción Nacional de Acciona Energía, apunta el gran proyecto de la empresa en esta energía «Mar de Trafalgar es la iniciativa eólica offshore de Acciona y está situada en la costa de Cádiz (Barbate, Conil y Vejer). Se implantará en cuanto sea posible, pero aplicando los estrictos plazos de trámite. Esto supone en el mejor de los casos tres años y, en el otro, siete u ocho años. La inversión asciende a cerca de 3.000 millones de euros, con una capacidad de 1.000 Mw». Otras compañías españolas que también está desarrollando iniciativas en este campo son Endesa y Enerfin.
En el ámbito internacional, las multinacionales Siemens y Vestas tienen el monopolio indiscutible de la fabricación de maquinaria para los parques offshore. Dinamarca, Reino Unido y Alemania son los países con el mayor número de megavatios instalados de esta energía renovable. El primer parque offshore se instaló en Suecia hace 20 años.